La concepción metodológica propuesta debía ser simple dado que el tiempo disponible era realmente corto, pero a la vez se planteaba el reto de que sus alcances fueran amplios, pues se sabía que un resultado acertado permitiría estimular el inicio y la continuidad a algunos de los asuntos más urgentes para la escena artística local: la provocación y el fomento a una crítica de arte seria; el aporte a la superación del mutismo académico generalizado frente a las manifestaciones artísticas; la vinculación de jóvenes interesados en la escritura de crítica; la consolidación del necesario puente entre la obra y su público; la puesta en circulación de ideas frescas y calificadas sobre las obras recogidas en el Salón.
Se hizo una convocatoria pública a los interesados, que buscaba ser amplia e incluyente. Por ello se ofreció no solo a estudiantes o egresados de programas de artes, sino que además abrió puertas a interesados de los campos de la literatura, la filosofía, la filología, el diseño, la arquitectura, o cualquier otra disciplina que tuviera algún vínculo con las manifestaciones de las artes y la cultura. La única condición, que obedecía a la limitación temporal asignada al taller, se refería a que los candidatos debían estar cursando los últimos semestres de sus carreras o ser ya egresados. Estos grados de formación, esperaba, garantizarían la cercanía con la experiencia de la escritura académica.
Ya con el grupo de 23 seleccionados, provenientes de múltiples disciplinas, se dio inicio a las actividades. En principio se estuvo discursando acerca del carácter del arte contemporáneo. Para ello se tomó como guía la introducción del libro ‘Después del Fin del Arte: El arte contemporáneo y el linde de la historia’, de Arthur C. Danto, (Paidos, Barcelona, 1999). Luego se dio paso a varios capítulos del texto ‘Estética cotidiana y Juegos de la Cultura’, de Katya Mandoky (Siglo XXI, México, 2006), y finalmente algunos apartes de ‘Criticizing Photographs: an Introduction to Undertanding Images’, de Terry Barret (Mayfield, California, 1990). Un grupo de textos de referencia en extremo reducido, no cabe duda, pero que en su conjunto permiten una visión de lo general y del detalle, y de la teoría y de la práctica de la crítica de arte.
Lo demás fue simplemente dejar rodar la experiencia creativa de cada integrante del taller, estimulándolos en la observación y uso de los cuatro elementos que Barret señala como esenciales en la crítica: la descripción, la interpretación, la teorización y el juzgamiento.
Básicamente es esto lo que encontrarán bajo cada título: el resultado del reto asumido a profundidad por cada uno de los participantes del taller. Mi papel, como director de esta empresa, ha sido apenas el de estimulador, insinuador y orientador de una experiencia reflexiva argumentada. Nada de mis convicciones se recoge en las ideas de los autores, salvo la creencia de que el método de reflexión y escritura propuesto permite lograr resultados positivos en un corto tiempo.
La infortunada partida de una de las integrantes del grupo me entregó la afortunada posibilidad de escribir sobre una de las obras. Encontrará, amigo lector, un primer texto que hace un abordaje a la concepción del proyecto curatorial ‘Residir: de la ventana hacia adentro, de la ventana hacia fuera’, y luego, en el orden en que en este texto se señalan las obras seleccionadas e invitadas al Salón, el texto escrito por cada uno de los integrantes.
Carlos Alberto Galeano Marín
Profesor de la Universidad de Antioquia
Director de Casa Imago