martes, 6 de abril de 2010

20. Roberto Montoya ´Toto´. CONTINUUM. Octubre 11 de 2008.

A la largo de este mes se exhibió en la galería Casa Imago una peculiar exposición de obras, que no sólo cumple con los postulados de la imagen fotográfica sino que además los supera. Así, tanto para los artistas profesionales como para el público asistente, en la muestra aparecen cuestionamientos interesantes por resolver.

La primera impresión que suele aparecer es que las obras son pinturas, pues en ellas se desarrolla una gama de colores que se extienden en gestos amplios propios de la brocha de un pintor, con manchas y chorreados, pero una mirada detallada muestra que el color observado no proviene de ninguna paleta, sino que es todo color extraído al papel fotográfico en el proceso de copia y revelado en el laboratorio del artista.

Luego de esto, asalta la pregunta de si lo que se observa son dibujos, y encuentra el público que sí, que son dibujos, pero que además son fotografías. En efecto, el artista parte de la realidad objetiva que tiene frente a sus ojos, y la capta en su gesto de dibujante, analizando y registrando los elementos que más le interesan. Para “Toto” los dibujos no son nada distinto de la forma más extrema de la fotografía, aquella en la que ya “ni siquiera la cámara fotográfica es necesaria para capturar y representar la realidad”.

Aparece también la pregunta más obvia, que apunta a cuestionar si lo que se observa es en verdad fotografía, y claro que lo es, además en su sentido más ortodoxo, pues las imágenes que observamos han sido capturadas por una cámara fotográfica, han sido reveladas con los químicos del laboratorio y han sido impresas en papel fotográfico. Lo notable es que el artista renuncia al sentido corriente que se le da a la fotografía para asumir el inquietante y fructífero riesgo de explorar en nuevas posibilidades creativas y reflexivas. “La fotografía, más que técnica es idea”, afirma “Toto”.

Así, en su proceso creativo, se encuentra una síntesis de medios artísticos. De ahí proviene el nombre que “Toto” le da a su técnica, pues en la quirofotografía se despliega una síntesis entre la fotografía, con la captura objetiva de la realidad que entrega la cámara; el dibujo, con la interpretación de la realidad que este le permite; y la pintura, con el gesto expresivo de la mancha y el color.

Finalmente, tenemos la pregunta que plantea el título de la muestra. “Continuum” es un término aristotélico en el que el filósofo Paul Feyerabend ha centrado recientemente su atención, no para definirlo ni explicarlo, sino para recordarnos la potencia evocativa y de comprensión de la realidad que ofrece, así como para señalar la lectura equivocada que los científicos modernos, desde Galileo hasta Hermann Weil, le han dado. Las fotografías de “Toto”, en su extensión continua de hasta cinco metros, en la que se funden varias imágenes, despliegan la invitación a reconsiderar la visión fragmentada que tenemos de la vida.

Carlos Galeano

No hay comentarios: