miércoles, 25 de mayo de 2011

48. Sebastian Alvarado. NICOTIANA TABACUM PROJECT. Mayo 14 de 2011

En su libro ‘Después del fin del arte: el arte contemporáneo y el linde de la historia’, Arthur C. Danto anuncia cómo el arte moderno, caracterizado en su búsqueda estética ‘por la forma, la superficie, la pigmentación, y el gusto que definían la pintura en su pureza’, llegó a su fin en la segunda mitad de los años 60. Como consecuencia, continúa, ‘los artistas tenían toda la historia del arte para trabajar, incluyendo la historia de la vanguardia, que puso a disposición de ellos todas aquella maravillosas posibilidades que ella misma había elaborado’.

Usualmente esta afirmación, que parece describir adecuadamente el rasgo general del arte actual, anuncia con claridad la libertad técnica asombrosa asumida por los artistas frente a su papel de creadores. La ‘pureza’ del medio, la búsqueda de un dominio centrado en una o a lo sumo dos técnicas, rara vez en tres, ha cedido su paso en los artistas contemporáneos a la adopción de la ‘diversidad’ expresiva: hoy presenta pintura, mañana instalaciones, hace un par de meses fotografías, eventualmente dibujos. Pareciera que en el mundo del arte no tuviera cabida la sentencia de McLuhan, ‘el medio es el mensaje’. El medio es medio, la idea es el mensaje, anuncian los creadores de hoy.

Sebastian Alvarado se toma en serio esta dialéctica. La diversidad de sus opciones lo ha llevado a renunciar a la adopción de una técnica única, a meter sus narices en temas variados y disímiles, e incluso a ejercer su acción en el mundo del arte no solo como creador, sino además como ensayista, novelista, crítico, curador y conferencista.

Para la muestra, Nicotiana Tabacum Project. El uso comercial y personal que se le ha otorgado a la planta del tabaco desde la construcción del imaginario publicitario, se constituye en punto de partida de sus reflexiones. El tabaco, uno y único, ha sido usado por igual para identificar y construir la idea del hombre rudo como la del moderado, para acentuar el carácter femenino seductor como el masculino dominador. Su uso ha sido señalado como maligno, se le ha identificado como planta del demonio, pero así mismo se le venera y considera como planta sagrada en las culturas ancestrales.

Esta exposición invita a un acercamiento recreativo y crítico, a una revisión del contexto social y de la experiencia individual frente al tabaco, a la reflexión sobre sus orígenes y sus usos actuales, a la observación de los fenómenos sociales, culturales y políticos que se tejen entre sus delgadas o densas humaredas. Es una invitación abierta por igual a fumadores y no fumadores aunque, bien sea dicho, en el telón de fondo claramente sonará el estribillo ‘gracias por fumar’.

Carlos Galeano

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