En primera instancia nos presenta un conjunto de pinturas, dentro de las que se destaca la serie ‘Jardines’. En ella aparece una serie de parejas de personajes de género indeterminado pero de una gestualidad claramente sexual y amorosa, que invariablemente se mueven al interior de unos escenarios poblados de plantas, presentando en ocasiones un refugio acogedor y en otras envolviendo amenazadoramente sus personajes.
Otras pinturas ilustran situaciones diversas en las que se funden sus experiencias vivenciales en tonos que juegan entre lo jocoso y lo crítico, como en el caso de ‘La virgen de la Santa Resaca’, en la que una virgen ricamente adornada de joyas, rodeada de su preciosa aura dorada, es sorprendida con su vómito en pleno vuelo.
La muestra continúa con una serie de ilustraciones impresas en las que mediante la personificación de bichos y una suerte de alimañas y plantas se desarrollan vivencias pequeñas en su trascendencia pero grandes en su significación. Encontramos allí la lucha de los archirivales en ‘Brócoli Vs. Coliflor’, o la aterradora y divertida presencia de un tierno oso de peluche que se ha convertido en zombie tras la ingesta de hongos alucinógenos.
El estilo ‘infantil’ que presenta la forma de sus obras contrasta fuertemente con el contenido ‘adulto’ que en ellas se desarrolla. Gracias a esta estrategia se crea en el espectador un estado de disrupción, un encuentro inesperado en el que se tensa una relación entre lo ingenuo y lo pervertido, lo permitido y lo prohibido, lo sano y lo tóxico.
Como complemento de la muestra se realizó un taller de dibujo para niños, en el que luego de una visita guiada por la artista, en la que explica el desarrollo de sus ideas y estrategias, se invita a cada asistente a que plasme con óleo-pasteles su mundo subjetivo.
Carlos Galeano
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