Flor María Bouhot es una de las artistas antioqueñas más representativas del arte colombiano desde la década de los ochenta.
Sus participaciones en la escena artística le han permitido tener una figuración destacada tanto a nivel nacional, con obras suyas situadas en importantes colecciones de museos y de coleccionistas privados, así como a nivel internacional, con obras en las que hace una reinterpretación de las realidades colombianas desde la perspectiva del lugar en que ahora habita, Guadalajara, México, en donde además ha adquirido la nacionalidad de este país.
Su extensa obra le ha valido reconocimiento como pintora y grabadora, sobre todo enel acercamiento colorista expresivo que da a sus temas preferidos: el erotismo y las manifestaciones de la cultura popular. Mediante la experimentación y el riesgo en el uso de colores fuertes que despliega en áreas extensas, y que contrapone en el vibrante efecto de los complementarios, Bouhot logra crear imágenes en las que el dibujo constituye la estructura de soporte evidente y sobre el cual el color se convierte en el protagonista de las escenas exaltadas de los vendedores de frutas de las calles de Medellín, de rumberos del carnaval de Barranquilla, de los encuentros íntimos y eróticos de los enamorados, o simplemente de los desnudos y retratos de personas con las que se cruza en su vida.
Si bien la presentación en Casa Imago fue espontánea y de corta duración, los resultadostuvieron un gran impacto. Se realizaron dos encuentros-conversatorios con la artista, centrados en la discusión sobre las experiencias alrededor de su vida como artista en las diferentes ciudades en la que ha vivido y expuesto: Medellín, Bogotá, Guadalajara y Ciudad de México.
A la par del conversatorio se exhibieron grabados y pinturas de diferentes periodos. Entre las pinturas incluyó una serie de ‘Pithayas Mexicanas’ en las que las frutas exóticas aparecen jugosamente partidas a la mitad; escenas de la serie ‘Carnaval de Barranquilla’, en la que aparecen algunos de los personajes más representativos de esta fiesta popular, y una en la que mezcla en una sola escena a diferentes personajes de la plaza de mercado callejero de ‘El Pedrero’, en Medellín, obra que serviría de guía para la elaboración de un mural conmemorativo que fuera pintado al frente de la nueva plaza de mercado ‘La Minorista’.
Entre los grabados destacan algunas impresiones de ‘Instancias del éxtasis’, con las que alcanzó gran reconocimiento en diversos escenarios, y un conjunto de bodegones y floreros, en los que el carácter aparentemente decorativo deja lugar para una expresión viva del color y la alegría propias de nuestras culturas tropicales.
Carlos Galeano
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