Esta técnica es una derivación del Contact Improvisation, en la cual el contacto corporal entre los participantes se convierte en un punto de partida para el movimiento improvisado. En ella se mezclan elementos de la danza de improvisación y la danza posmoderna, que tienen al azar como estructura fundamental sobre la base del conocimiento de las técnicas y los movimientos de la danza.
Los orígenes del Jam Contact se remontan a ‘Magnesium’, una obra que bajo la dirección de Steve Pastón se presentó por vez primera en 1972. Del impacto que produjo esta obra se derivó un interés creciente que impactó toda la década de los años 70, en principio en la escena de Nueva Cork y luego en los principales centros de la Danza Contemporánea.
La improvisación de Contact tiene dos formas principales, una en la cual un grupo de bailarines profesionales hacen una presentación pública, y la otra de participación abierta en la cual se invita al público asistente a que de manera libre y espontánea se dejen afectar por el movimiento de la persona con quien tiene contacto y a su vez devolver una respuesta al estímulo mediante un mecanismo de acción-reacción. En ambos casos los participantes actúan bajo unos parámetros de movimientos, intensidad y duración previamente establecidos, que obedecen a la intencionalidad del director del evento.
Para la presentación en Casa Imago Homo Ludens reunió las dos formas del Contact. En la primera parte tan solo los integrantes del colectivo participaban de la improvisación. Inicialmente se ilustró una forma en la que se atiende a los estímulos del espacio arquitectónico o de la presencia de los otros participantes sin que medie el contacto físico. Luego se pasó a otra forma en la cual los integrantes mantienen un contacto visual al que se responde con movimientos corporales compartidos. Finalmente se pasó a otra forma en la que el contacto físico resulta fundamental para establecer las coreografías improvisadas.
En la segunda parte se invitó a los asistentes a que participaran de la experiencia, no importando que no tuvieran conocimiento previo de las técnicas de la danza y dando mayor importancia a la expresión espontánea y catártica que deviene del gesto de dejarse envolver y estimular por el movimiento corporal.
Como complemento a la improvisación en danza se contó con la presencia del músico Zdey, quien así mismo interactuó mediante su improvisación musical, enriqueciendo el evento mediante el diálogo de doble dirección entre sonido y movimiento.
Carlos Galeano
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