Estas pinturas son sitios donde habita la memoria, libros de barro y cemento, derruidos y herrumbrados, donde está presente el hombre, aún en su ausencia, lugares que prueban la existencia del más curioso de los seres, cargado de intencionalidad y creatividad, que todo lo modifica y subordina a sus caprichos y necesidades.
Lo bello de las ruinas no es que sean un elemento del paisaje, sino en esa sensación de que lo artificial, lo creado, se incorpora a la naturaleza. Ante ellas sentimos ese proceso de tránsito, de asimilación que la naturaleza realiza convirtiendo lo artificial en material para su creación. Así, el espectador percibe este tránsito, este reincorporarse de la materia a su primer origen.
La ciudad derrumbada por el tiempo, las ruinas, al igual que la naturaleza, son el lugar donde se emplaza el sujeto pero también son las receptoras del discurso poético’.
Estas son las palabras con las que Jorge Valderrama presentó su exposición en Casa Imago. Aunque aún es estudiante del programa de Artes Plásticas de la Universidad de Antioquia, Valderrama posee una larga experiencia como artista a nivel regional y nacional.
Bajo el título de esta exposición ha reunido un conjunto de pinturas y ‘esculturas pictóricas’ de un carácter extremadamente mimético, que inducen al observador a un renovado ‘trampantojo’ en el que se funden las memorias ancestrales con una propuesta artística de tono contemporáneo.
Carlos Galeano
No hay comentarios:
Publicar un comentario